En el verano con días calurosos y con mucha luz la decoración de nuestro hogar tiene que ser más fresca, más alegre, dejar correr la luz y el aire por nuestra casa. Son días dónde podemos abrir puertas y ventanas durante todo el día o por lo menos casi todo.
Tanto la decoración de los interiores como la decoración de exteriores, deben apuntar a la frescura, a esa alegría que da el sol, el aire tibio, que se pueda ver, que se pueda percibir hasta en los últimos rincones. Algo que siempre pone alegría son las flores frescas, cortadas del jardín si fuera posible, retirar todos los arreglos florales con flores secas.
Muy importante son los colores blancos o colores claros, colóquelos en todo lugar, ya sea en cortina, mesas o algún mueble. Retire alfombras de lana u otros, durante el verano se pueden dejar levantadas para que tomen aire, aproveche a lavarlas o déselas a alguien que sepa no sea que las arruine. Por lo general las alfombras de lana dan aire invernal al ambiente.
La ropa de cama también debe unirse al verano, con colores claros, floreados etc. Las cortinas también deben asociarse a la alegría de la estación estival, no olvidar que deben estar puestas de forma que cuando sea necesario las podamos correr sin dificultad.
Los vidrios, cerámicas, jarrones, deben estar relucientes así reflejan la luz y alegran el ambiente.
Nuestra casa debe formar un todo y que de ella emanen ondas positivas.
Es una estación que se presta para cambiar de lugar los muebles, esto siempre da un aire nuevo al hogar, y no olvide que más que una casa decorada, tiene que ser un hogar decorado. En las mesas no puede faltar un centro con frutas de estación para que den frescura y que su aroma invada todo el ambiente.